Si bien algunos conejos prefieren tener a sus humanos para ellos solos, la mayoría de los conejos disfrutan de la compañía de otros conejos. Un segundo conejo puede proveer muchos años de felicidad, diversión y alegría para ti y para tu conejo. Pero puede que no sea amor a primera vista para los dos conejitos. La unión de dos conejos puede tomar tiempo, paciencia y persistencia.
Juntando a los dos conejos
Al considerar la adición de un segundo conejo a tu familia, a menudo, se puede establecer una sesión de “cita rápida” en el refugio de conejos. Aunque no siempre es así, tu conejo podría experimentar realmente el amor a primera vista con otro conejo allí, haciendo el proceso de unión mucho más fácil. Incluso si el refugio no ofrece citas rápidas, el personal conocerá las personalidades de los conejos disponibles y podrá sugerirte algún buen candidato de unión. Este es un beneficio adicional a la adopción de un conejo desde un refugio, en lugar de comprar uno en una tienda de mascotas o criador.
Los conejos castrados/esterilizados son menos agresivos y son mejores candidatos para la adhesión. El lazo hembra-macho suele ser el más fácil de conseguir, y en este caso, la esterilización es una necesidad.
Incluso si tu conejo es generalmente suave y calmado, cuando un nuevo conejito entre en escena, es posible que le veas en un comportamiento muy agresivo. Los conejos pueden morder, arañar o empujarse el uno al otro, causándose un gran daño. Por esta razón, todos los enlaces deben ser supervisados.
Una excelente manera de hacer que tus conejos se familiaricen es colocar sus jaulas juntas. Al mantener un poco de espacio entre ellos, puedes evitar la lucha. Mantuvimos a nuestros conejos en habitaciones separadas en el inicio de su proceso de unión, durante sus presentaciones colocamos una puerta de bebé en la puerta y le atraíamos con verduras. También es útil cambiarles las cajas de arena, juguetes y platos de comida, todos los días para ayudar a que los conejos se familiaricen con el olor del otro.
Para los encuentros cara a cara, elije un lugar neutral, dado que los conejos pueden ser muy territoriales. Esto puede ser en el piso de la cocina, un pasillo o en el baño. Debe ser un espacio bastante pequeño para que se vean obligados a interactuar. Es absolutamente crucial que prestes mucha atención a tus conejos al colocarlos juntos. Ármate con una botella de espray de agua para disolver peleas. Una vieja raqueta de tenis puede ser útil para separarlos si las tensiones aumentan.
Una sesión de unión puede incluir: persecución, pellizcos, empujones, pulverizaciones o montadas. Las orejas aplanadas o una cola levantada son a la vez signos de ataque inminente. Tenga cuidado con los pellizcos en la nariz o las orejas de los conejos. Si los actos agresivos llegan a ser demasiados, o un conejito se lesiona, detén la sesión inmediatamente.
Una cosa a destacar es que tanto los machos como las hembras se montan, en un intento de mostrar su dominio. Establecer el dominio es la clave para el proceso de unión. Los conejos tienen que saber cuál es su posición en el orden social.
Las sesiones de unión pueden empezar a intervalos de diez a quince minutos. Ese tiempo puede ser aumentado o disminuido, dependiendo de las interacciones de los conejos. Estas sesiones pueden repetirse varias veces antes de que los conejos se sientan cómodos unos con otros. Después de cada sesión asegúrate de revisar a ambos conejos en busca de lesiones.
Después de un rato, los dos conejos llegarán a aceptarse unos a otros, y con un poco de suerte, finalmente mostrarán un comportamiento cariñoso, como acurrucarse y aseo mutuo. La unión puede tomar mucho tiempo y esfuerzo, pero el resultado final vale la pena. Los conejitos se mantendrán mutuamente felices y entretenidos a largo plazo.